La titánica obra de constructiva del Salto y la Central Hidroeléctrica de Grandas de Salime, cuyo estudio se acomete en este libro, constituye uno de los mejores y más monumentales exponentes del patrimonio industrial del agua con el que contamos en Asturias. Promovida por la Mancomunidad de Hidroeléctrica del Cantábrico y Electra del Viesgo para el aprovechamiento energético del río Navia, fue oficialmente inaugurada el 24 de agosto de 1955. Su diseño corrió a cargo de un equipo de ingenieros de HC, así como del arquitecto Joaquín Vaquero Palacios, en colaboración con su hijo, Joaquín Vaquero Turcios, a cuya autoría se debe una serie de trabajos de integración de arte que abarcan los dominios de la arquitectura, la escultura, la pintura y un cuidado diseño de interiores.